La charla en whatsapp son hábitos de comunicación que muchas personas cultivan en su día a día. Pero además de estimular el intercambio de informaciones, esos canales virtuales han facilitado la ocurrencia de casos de traición entre parejas, pues pueden ocurrir a la luz del día y no necesitan una coartada. Según el psicólogo Alexandre Bez, especializado en relaciones conyugales, después del año 1990, con la popularización de internet, hubo un aumento en el número de traiciones, tanto de hombres como de mujeres.
Actualmente, el 70% de las parejas atendidas por Alexandre Bez viven un distanciamiento en la relación, motivado por el acomodamiento físico, emocional o sexual. De acuerdo con él, hombres traicionan más en función de la sensación de poder y de la adrenalina. Las mujeres por rabia y venganza.
De acuerdo con el psicólogo, la traición por Internet se configura cuando la mente da señales de interés por la otra persona y empieza a planificar qué hacer para complacerla y conquistarla, lo que ya caracteriza envoltura emocional.
Una situación ordinaria, aparentemente inofensiva, puede esconder una traición. Por ejemplo, una pareja que está descansando en casa por la noche, la mujer viendo televisión en la cama y el marido, al lado, interactuando con otra persona en whatsapp.
"La gente no necesita necesariamente consumar el acto sexual, no compartir más las reglas de fidelidad con el compañero, ya puede ser considerado como traición, una tercera persona presente en los pensamientos es una traición", explica el experto. Por lo tanto, si hay intención de involucrarse con una persona, que está a kilómetros de distancia y con quien se conversa sólo en las salas de chat, ya puede configurar un acto de infidelidad.
La traición para el ser humano es muy compleja, puede tener causas familiares, profesionales, suceder entre amigos o entre cónyuges, siendo esta última la más dolorosa entre todas. "Cuando nacemos, la familia nos rodea, nunca necesitamos conquistarla. Ya la traición conyugal tiene un peso mucho mayor, la otra persona puede dejar de amarnos, por eso el dolor es más intenso", explica el experto.
Factores que conducen a la traición
Son varios los factores que pueden llevar a la infidelidad. La soledad a dos, vivida hoy en día por cientos de parejas, es más común de lo que se imagina. Muchas veces, la rutina enfrentada por ambos conduce a la falta de diálogo y entramado. "La acomodación física, emocional o sexual puede ocurrir con el paso de los años. Hoy es un hecho que cerca del 70% de las parejas viven ese distanciamiento en la relación", dice Bez.
El especialista afirma que la carencia afectiva, la inestabilidad emocional, la ilusión de una nueva relación, cuando la actual ya está desgastada y la falta de sentimiento en relación al otro, pueden llevar hombres y mujeres a la infidelidad.
De acuerdo con el psicólogo, las mujeres traicionan más por venganza y rabia, cuando no se sienten correspondidas, o cuando tiene alguna deficiencia de carácter (egocéntrica). O incluso para reconocerse como mujeres deseadas.
Los hombres traen más que las parejas y eso se debe a la creación machista, a la sensación de poder, inmadurez y adrenalina liberada por la sensación de peligro. "El hombre es inmaduro hasta más o menos los 33 años, antes de esa edad, tiene la fase de" traiciones obligatorias "hasta haber experimentado todo. A diferencia del hombre" cafajeste ", que tiene placer en traicionar, necesita y le gusta estar con varias mujeres, el hombre inmaduro se arrepiente y vuelve a traicionar hasta realmente amar a una sola mujer ", dice Bez.
¿Cuál es la solución para la relación de Internet?
La Internet es una herramienta que tiene la función de auxiliar y facilitar la vida de los seres humanos. Debe utilizarse con responsabilidad y límite. El cambio de contraseñas entre la pareja no facilita la relación, ni siquiera disminuye las desconfianzas. La relación se basa en la confianza y la privacidad, por lo que saber la contraseña del socio (a) no es una buena solución.
No hay como prohibir el uso de este equipo. Sólo la propia persona tiene que saber imponer límites. Además de ser una situación fantasiosa, la vida virtual puede causar dependencia y en casos extremos desarrollar una enfermedad compulsiva / obsesiva e impulsiva.
